También se estrenan: la reciente película del gran director alemán Christian Petzold; una muy divertida comedia chilena y, para los peques de la casa, una muy buena cinta británica animada. Además, les dejo las películas que hay en streaming de Garland y Petzold.
Ojo. Este lunes 22, Martes 23 y Miércoles 24 se celebra la Fiesta del Cine, con entradas a $2.000 (formato standard) y $4.000 (formatos especiales, como IMax, XD, etc.).
Para salir con la adrenalina a tope; luego respirar profundo y pensar, discutir, reflexionar sobre el estado de las democracias liberales en el mundo, tan frágiles como no lo son las cada vez más numerosas autocracias.
Alex Garland nos sitúa de entrada (in media res) en un Estados Unidos en una cruenta Guerra Civil. Pero no como la Guerra de Secesión, que ya sabíamos de qué iban los bandos en disputa, dónde estaban y por qué peleaban. Y que había buenos y malos (estamos de acuerdo que defender la esclavitud te ubica en el lado de los malos ¿cierto?, con el perdón de Scarlett O’Hara).
Lo inquietante y muy interesante de esta historia es que los domicilios políticos de quienes se enfrentan jamás se explicitan (ni siquiera el del Presidente), lo que es muy complicado para espectadores que habitamos un mundo muy polarizado (eso es fenómeno global).
En concreto, esta sangrienta guerra se ha desatado porque el Presidente en ejercicio ha decidido continuar al mando un tercer período y, por ejemplo, ha disuelto el FBI.
Para evitar tentaciones de asignar domicilios políticos (Republicanos vs Demócratas), Garland ubica a las fuerzas de Texas y California en lucha contra la Casa Blanca, dos estados que en la realidad se ubican en las antípodas de sus preferencias partidistas.
Lo que hay es violencia y destrucción, organizadas en una arquitectura narrativa ¡brillante! que nos pasea por los contrastes más feroces, en que la algarabía del bar del hotel de los corresponsales ha sido precedida por una carnicería en plenas calles de Nueva York, en enfrentamientos con artillería pesada, poderosas bombas y armas de alto calibre. A los silencios de praderas límpidas sigue el ensordecedor ambiente bélico en cualquier calle; las carreteras son de pronto luminosas y luego interrumpidas por centenares de autos humeantes que esquivar; en las noches el fuego se ve en los árboles y el tableteo de ametralladoras se escucha no tan lejano en el campamento que una ciudad ha armado en un estadio. Un pequeño parque de entretenciones, precedido de un inmenso verdor, donde aún se escucha aquella clásica melodía navideña, revela de pronto un cadáver masacrado; otro lugar al final de una hermosa arboleda esconde francotiradores y “soldados” sádicos (extraordinario Jesse Plemons), no se sabe de qué bando.
La travesía la hace un equipo de periodistas que salen desde Nueva York hacia Washington DC con la intención de entrevistar al Presidente. Lo conforman la experimentada fotoperiodista Lee Smith (grandiosa Kirsten Dunst); su amigo reportero Joel (Wagner Moura); la muy joven admiradora de Lee, Jessie (CaileeSpaeny); y Sammy, el veterano periodista del NYT (Stephen McKinley Henderson).
Como toda road-movie (que es lo que en el fondo es esta película), la travesía de 1.379 kms no solo es lo que van presenciando y experimentando, siempre con la muerte como una porfiada sombra, sino cómo gira la vida de cada uno de ellos desde que comienza su viaje hasta que termina.
Todas las secuencias y su estructura no tienen desperdicio (ojo con la música): la intensidad va in crescendo, con sorprendentes giros también, pero todo el tramo de metraje que transcurre en Washington DC es para quedarse demudados.
Matar sin compasión ni trámite es para ambos lados. Alguno se ve tenebrosamente sádico; otros, sonrientes en la foto junto al cadáver del enemigo recién acribillado sin ningún arma en su mano.
Categoría ¡imperdible!
(Por si no quedó del todo claro, es violenta).
Civil War
Dirección y guion: Alex Garland
EE.UU., 2024
Duración: 109 min.
Aunque esta es la segunda película de la trilogía de los elementos que Petzold inició con Undine (2020, sobre una ninfa acuática), Cielo Rojo se aleja de sus películas con elementos fantásticos (como la citada). Y también de aquellas de espíritu hitchcockiano.
Cielo Rojo (sí, va sobre el fuego) es más bien un elegante ejercicio bergmaniano, con algo de ese humor oblicuo de François Ozon y giros inesperados hacia el último tercio
Lo que sí no abandona son las alusiones a la ex Alemania Oriental.
Leon (Thomas Schubert), un escritor obsesionado por sacar adelante su última novela, viaja por entre los bosques junto a su amigo Felix (Langston Uibel), cuando el auto queda en panna. Van a la casa de familiares de Felix, en el balneario de Ahrenshoop, junto al mar Báltico. En su caminata por el bosque con los bultos, se oyen pasar helicópteros. Al llegar a la casa, muy cerca de la playa, se encuentran con que deben ocupar una misma habitación. Y que Nadja, la joven que llega a veces en las noches a limpiar (Paula Beer, protagonista de Undine) parece tener sus fiestas privadas. Pronto, Devid (Enno Trebs), el salvavidas de la playa cercana, se une a los almuerzos al aire libre. Devid, un nombre “alemán oriental” que es objeto de burla de Leon.
Todo aquello es del todo trivial y carece de importancia pero exaspera al neurótico Leon, un sujeto siempre disgustado, antipático, al que le impacienta que el resto comparta distendidamente. Leon, un narciso como el que más, no ve más allá de sus propios problemas, el peor de los cuales es que el editor le rechace la novela que está escribiendo.
Los otros tres son personas amables, de muy buen trato, que se entienden perfectamente entre ellos, que disfrutan los momentos libres y que sí están pendientes de los incendios forestales que amenazan con aproximarse al lugar.
Para mayor disgusto de Leon, cuando llega su editor termina no solo haciendo buenas migas con los otros tres sino que tiene un interesante intercambio intelectual con Nadja que, para su sorpresa, no es solo la “chica de la limpieza” como él la ha llamado despectivamente. Y asimismo, se muestra muy interesado en el trabajo fotográfico que ha estado haciendo Felix. El “Romanzero”, de Heine, aparece en esa tarde desconcertante para Leon. (También “el terremoto de Chile”).
Pasan por la pantalla el mar y su sereno ir y venir; la impresionante muralla de fuego que divisan subiéndose al techo de la casa; las cenizas que brevemente caen; el cotidiano alegre interrumpido por situaciones y noticias de las que Leon siempre está ajeno, ocupado de sí mismo. Porque está trabajando, alega. Solo la sorprendente realidad y sus tragedias, esa que desprecia y mira de lejos y que se le aparecerá para su total desconcierto, será lo único que lo podrá convertir en escritor.
Ojo con Nadja, fascinante personaje (y su contraste con Leon).
Dato. En Ahrenshoop veraneaba Einstein.
¡Muy buena! Indispensable para cinéfilos.
Oso de Plata en Berlín.
Afire/ Roter Himmel
Dirección y guion: Christian Petzold
Alemania, 2023
Duración: 102 min.
Una punzante y muy divertida comedia que desacraliza a punta de agudas observaciones el universo artístico teatral chileno, sus preocupaciones y sus estrellas de TV.
Gioconda (Amparo Noguera), una actriz que, junto a su familia, logró una inmensa fama gracias a un programa de humor, intenta rearmar su carrera.
Ese recorrido incluye el sonriente desprecio de una connotada directora de un importante teatro (Paulina Urrutia) que no la toma realmente en cuenta. Peor que eso. Gioconda ha ido a hablar con la estrellita de la tele famosa (Paloma Moreno), que está ocupadísima en la sala de maquillaje respondiendo llamados y requerimientos, y apenas le responde con algunos monosílabos. Para mayor humillación, ella será quien tomará el rol que Gioconda ansiaba en el teatro.
Entonces decide volver a su ciudad natal, San Felipe, para montar “La Araucana” (¡!) y así denunciar el abuso del que ha sido objeto el pueblo mapuche ayer, hoy y siempre. Cuenta con el apoyo del alcalde (Pablo Schwarz); no así con su hermana, también actriz (la genial Catalina Saavedra), que observa con desconfianza el súbito interés de Gioconda por su pueblo y la temática social.
El casting, los ensayos, el cumpleaños y sus (ridículos) discursos, los diálogos, todo está lleno de ironía y sarcasmo. Esa juguetona panorámica del universo artístico resulta muy reconocible, aún en la exageración propia del sarcasmo.
La historia no acaba allí: dos giros (esperables en la vacilante personalidad de Gioconda) añaden más condimento a un asunto que ha crecido más allá de lo que nadie sospechaba y cierran de manera redonda esta muy certera comedia.
Historia y geografía
Dirección: Bernardo Quesney
Guion: Simón Soto. Historia: Diego Ayala
Chile, 2024
Duración: 90 min.
Esta animación británica tiene lo que uno espera de una película infantil: grandiosos colores, bellos lugares, un relato ágil, animales parlantes y una duración precisa.
Pero lo que la hace “adulta” es que desarrolla una narración de manera atractiva —raccontos, historias paralelas, suspenso, giros— y siempre con humor de fondo.
Beckett, que es quien comienza relatando en off, aparece en la primera escena como un caballo, que, a campo traviesa, irrumpe en una casa y deja el destrozo que se pueden imaginar.
Pero en realidad Beckett es un gato. Sí, un gato, un lindo gatito que una vez fue adoptado por una científica que está desarrollando un proyecto sobre la importancia de las abejas. Ella visita a su profesor guía en un campus universitario bello e imponente. Se trata de un sujeto del que ya sabremos.
Beckett crece hasta convertirse en un muy gordo, cómodo y egoísta gato. Y cuando menos lo esperaba termina en el cielo de los felinos… solo para enterarse que, sin darse cuenta, se ha gastado sus ¡nueve vidas!
La imperturbable guardiana no hace caso de sus ruegos para que le regale un nuevo kit de vidas o por último ¡una vida! porque su ama, asegura, lo necesita. Finalmente, aceptan su petición, aunque no como él lo soñaba. Su regreso al mundo es en forma de cualquier cosa ¡menos como gato! En sus distintos “formatos”, Beckett intentará recobrar su cómoda vida con su ama hasta que de pronto descubre que tiene que aprender a ser generoso.
10 Lives/ Un gato con suerte
Dirección: Mark Koetsier, Christopher Jenkins
Guion: Ken Cinnamon, Karen Wengrod
Animación
Reino Unido, 2024
Duración: 78 min.
Hace un par de semanas les recomendé esta película, en medio de una lista de elegidas.
Una inquietante historia high-tech con Oscar Isaac y Alicia Vikander en los roles protagónicos. A ritmo de thriller, es una película existencial que se pregunta sobre los límites del sueño de los hombres de ser dioses, demiurgos; una reflexión sobre el amor y la muerte y también sobre Dios.
Ex Machina
Director: Alex Garland
Reino Unido, 2015
Duración: 108 min.
Garland nuevamente se vale del género de la ciencia-ficción como pretexto para cuestionarse sobre la esencia de la persona como ser único e irrepetible, y acerca de lo confuso y desafiante en que puede convertirse la aventura de intentar responderse esa pregunta.
En una suerte de prólogo, vemos a Lena (Natalie Portman) en un espacio vidriado. Ella, de blanco; sus interrogadores, protegidos con trajes aislantes. Le preguntan por sus compañeras de misión. Lena está tan desconcertada como ellos.
Un gran plano general nos muestra un resplandor que cae sobre un faro junto a una playa: este es el acontecimiento de donde surge todo lo que ha estado ocurriendo y vendrá. Un fenómeno que sucedió hace décadas y que ha avanzado en la forma de una peculiar selva que ha crecido en total desorden. Es lo que la agencia estatal Southern Reach llama el Área X y que se ha manejado con total secretismo. El temor ahora es que empiece a extenderse a las ciudades.
Si el guión de Garland es fascinante en su complejidad y precisión, las imágenes que se van desplegando se vuelven cada vez más alucinantes.
Esta historia se construye desde el acervo científico existente y conocido —las células, el ADN, la mutación, las dimensiones espacio-temporales— para inquietarnos con hallazgos que nos hacen preguntarnos cuán vulnerables y frágiles somos, a partir de la inmensidad que nos falta por conocer y saber.
Con esa sensación inquietante que no da tregua, la película se desliza en una mezcla de géneros, con elementos de aventura, suspenso y drama.
Annihilation
Dirección y guion: Alex Garland
EE.UU., 2018
Duración: 115 min.
Un peligroso virus es liberado de un laboratorio de investigación en Gran Bretaña, tras la irrupción de un grupo de animalistas que protestaban por los experimentos en chimpancés.
Se trata de un virus que se transmite a través de la sangre y deja a los infectados en un estado permanente de rabia asesina. En 28 días el país entero está infectado y un grupo de supervivientes trata de salvar su vida.
Cillian Murphy interpreta a Jim, un sujeto que despierta en un hospital tras permanecer veintiocho días en coma. Extrañado, recorre el recinto donde no divisa a ni un ser humano. Cuando sale a la calle, no hay signos de vida… (las escenas en los puentes de un Londres vacío son impactantes) hasta que se topa con los infectados por el virus.
Muy buena.
28 Days Later
Dirección: Danny Boyle
Guion: Alex Garland
Reino Unido, 2002
Duración: 113 min.
La película ingresa en ese mundo pesadillesco y fantasmagórico del Berlín Oeste de 1945, justo terminada la guerra, con una Alemania derrotada y destruida por los aliados y por Hitler.
Tan emocionante como tensa, este es de esos filmes que ofrece al espectador desde la siempre efectiva entretención del misterio por resolver hasta múltiples lecturas sobre la condición humana, la identidad y cómo las personas deben aprender a sobrevivir a las peores estocadas, esas que vienen de aquellos a quienes se ama. Protagonizada por Nina Hoss (Los Derrotados, serie en Netflix).
Una película inteligente, hecha con mano de artesano, con un final brillante y sobrecogedor.
Muy hitchcockiana.
Basada en la novela “Le Retour des cendres”, de Hubert Monteilhet.
Phoenix
Director: Christian Petzold
Alemania/Polonia, 2014
Duración: 94 min.
Alemania Oriental, en una fecha que nunca se precisa. A un pueblo llega una doctora, Barbara Wolff (Nina Hoss), que ha ejercido en el prestigioso Hospital La Charité de Berlín. Barbara ha estado en la cárcel por querer cruzar al lado Este y tras ello, en castigo, el Estado la ha enviado a ejercer a este lugar perdido de la RDA.
En medio de un paisaje bucólico, se sienten el frío, la amenaza y el temor. En el Hospital, las miradas de desconfianza son de ida y vuelta: la mujer es muy parca y emite las palabras justas y necesarias. Ella aprendió, duramente, a no confiar en nadie.
Para vivir, le han asignado un departamento ruinoso, con una “casera” hostil y algo alejado de su trabajo. Básicamente, lo que hay de manera sorda y persistente en toda la película es un tenso ambiente de sospecha, en un mundo opresivo y cerrado.
Barbara es vigilada por los agentes de la policía política y en dos oportunidades el jefe local de la Stassi va con su gente a registrar el departamento… y a ella.
André, su jefe en el Hospital, parece ser un tipo buena persona, pero eso no significa nada en un mundo dominado por un estado policial.
Petzold, que llena la película de silencios, susurros e imágenes cotidianas que se vuelven inquietantes, conduce al espectador hacia una intriga.
Ya sumergidos en la paranoia y con algunas pocas informaciones que se van desplegando, la tensión y la incertidumbre se instalan en el relato.
Un personaje secundario, una chica que llega al hospital, juega un rol relevante en el derrotero de la historia. Es una prisionera en un campo de trabajos forzados. “Son campos de exterminio. Solo que son socialistas”, le espeta Barbara a André en un arranque de confianza inusual.
Barbara sabe que está vigilada y no siempre sabe por quiénes.
Nada, en todo caso, es explícito. El guion es sugerente, delicado y evita inducir al espectador. Elude el melodrama y sin embargo hay tal intensidad en cada secuencia que algunas llegan a estremecer.
La fuerza contenida de Nina Hoss es poderosísima.
Barbara
Dirección: Christian Petzold
Guión: Christian Petzold, Harun Farocki
Alemania, 2012
Duración: 100 min.
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